11 Feb Tipografía, ¿la grafología del siglo XXI?
CORRELACIÓN GRAFOANALÍTICA EN LOS TEXTOS IMPRESOS
A veces pensamos que si quisiéramos ocultar nuestra letra lo mejor sería escribir a máquina o a través del ordenador, por ejemplo un anónimo amenazante. Pero realmente ignoramos que también se puede determinar la personalidad y autoría del escribiente aún siendo un texto tipográfico. Siempre dejamos huella de nuestra personalidad ya que son movimientos voluntarios y optamos por unas opciones descartando otras. Esto, siguiendo unos parámetros determinados, nos ayudan a concluir el estudio y análisis de los textos impresos. A continuación veremos unas pequeñas pinceladas sobre ello.
A lo largo de estos dos últimos siglos, van apareciendo las nuevas tecnologías. Las TICs han ido proporcionando diferentes formas y medios de comunicación que parecían impensables hace unas cuantas décadas.
Diferentes tipos de plataformas permiten que la comunicación llegue a cualquier punto, sin fronteras geográficas a tiempo real. Estas nuevas comunicaciones (chats, redes sociales, Skype, ..) equivalen a una conversación telefónica, o bien de manera simultanea por voz y escrito.
Por otro lado tenemos el e-mail, mas cercano al método tradicional de comunicación ya que no es a tiempo real como los anteriores medios, sino que se dilata en el tiempo a voluntad de los intercomunicadores. Se podría relacionar o comparar con la carta manuscrita tradicional. Dado el alcance del e-mail, es un fenómeno meritorio de estudio a través del cual, podremos realizar un análisis y ver qué información nos aporta sobre el sujeto escribiente.
Los e-mails cuentan con un gran número de fuentes (familias y estilos de letras), colores y un sinfín de combinaciones. A través de estos ítems, permite una liberalización del canon tipográfico que exclusivamente estaría condicionado en función del contexto comunicativo, patrones sociales y del perfil del escribiente. Las características psicológicas del sujeto se determinarán en función de la elección personal dentro del multitud de posibilidades que existen.
Cuando vamos a escribir un mensaje pensamos en qué opción es la mejor a la hora de elaborarlo, decantándonos por unas opciones y descartando otras. Esto es consecuencia de la influencia social por un lado y por otro de la propia personalidad del escribiente.
El análisis del mensaje internáutico requiere desgranar cada uno de sus componentes y estudiarlos de acuerdo a unos parámetros insertos dentro de una metodología científica[1]. En lo que respecta a los aspectos tipográficos como por ejemplo:
- Familias de letras
- Variantes familiares : cursiva, negrita, …
- Signo de puntuación: coma, punto, punto y coma, puntos suspensivos, acentos…
- Signos de referencia: comillas
- Disposición espacial: márgenes, párrafos,…
- Color de la tinta
Siendo evidente que se trata de tipografía, lo más importante y lo que más va a aportar al análisis, será prestar atención a las normas tipográficas que nos darán el significado y el uso correcto de cada uno de los elementos que anteriormente se han enumerado.
Una vez establecidas estas premisas en cuanto a la Tipografía, hay que interrelacionarlo con la Grafología. A partir de aquí nace el grafoanálisis tipográfico o grafología digital.
La tipografía emplea un sistema mecánico para la reproducción de letras, siendo una reproducción del sistema manuscrito. Diferenciando si estamos ante un planteamiento de un libro o artículo cuyo fin es el de clarificar y hacer entender el texto por ejemplo, o si estamos ante un anuncio publicitario, donde prima la creatividad, cuyo fin es llamar la atención o sorprender al lector, como preámbulo del marketing.
- Algunas curiosidades grafoanalíticas sobre fuentes tipográficas.
La fuente Times por su tensión y calibrado da impresión de solidez. Favorece un ambiente agradable.
Las fuentes góticas nos dan la sensación de fortaleza, misterio y oscuridad. Las caligráficas nos sugiere elegancia. Cuando están ausentes esos rasgos caligráficos, ofrecen claridad y transparencia.
Cuando se utiliza la cursiva, conseguimos llamar la atención del lector. Indicamos algo importante pero sin elevar el tono, ya que se realiza en minúsculas.
El uso de las mayúsculas a lo largo de un texto reflejan solemnidad y dificultan la lectura del texto. Son usadas en artículos para determinar títulos al inicio. Sería chocante encontrarlo en medio de un texto salvo que se trate de subtítulos.
A lo largo de un texto de un artículo, post, relato, etc., utilizar el punto y guion será signo de separación.
Y como última curiosidad, los puntos suspensivos, expresan un pensamiento que se ha abandonado de manera voluntaria o por ejemplo para esconder una palabra malsonante. En un diálogo, sin embargo enuncian falta de respuesta[2].
Hasta aquí una pequeña reseña de cómo interpretar los textos impresos grafológicamente hablando.
Nos vemos pronto amigos y criminales.
[1]VIÑALS, Francisco y PUENTE, Mª Luz, Grafología criminal, Barcelona, 2009.
[2]VIÑALS, Francisco y PUENTE, Mª Luz, Psicodiagnóstico por la escritura. Grafoanálisis Transaccional, Barcelona, 1999.
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