La lingüística forense como medio para determinar la autoría de un discurso. - Peritaciones Elena Rebollo
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La lingüística forense como medio para determinar la autoría de un discurso.

Además de tus rasgos gráficos, tus expresiones y manera de escribir, te delatan.

Ante un texto manuscrito o mecanografiado, se pueden realizar diferentes estudios y análisis con el fin de determinar la autoría si es una pericia caligráfica, realizar un perfil psicológico a través de la interpretación psicológica del grafismo, si el texto es mecanografiado distinguir la máquina con la que se ha escrito, el estudio del soporte en el que se ha realizado, un análisis morfológico del escrito, pero también identificar o intentar orientar sobre la autoría de un escrito, no por el grafismo en este caso, sino por las composiciones gramaticales, estilo y expresiones.

Esta disciplina nace de la suma de cuatro otras disciplinas: criminología, psicología, semiótica y sociolingüística. Cada una por separado tiene su propia identidad, pero si hablamos de la interdisciplinariedad entre distintos ámbitos permite alcanzar una comprensión holística del fenómeno lingüístico[1]

La pericia lingüística identifica al autor de un discurso anónimo, pudiendo ser tanto oral como escrito, a través de su expresión lingüística. Podemos determinar que un alegato oral, un documento escrito o algo artístico entra dentro de lo que denominamos discurso, siendo éste cualquier pensamiento humano que se expresa en alguna de estas vertientes. 

En una investigación criminológica se pueden plantear diferentes especialidades, líneas de investigación. Con la pericia lingüística el criminólogo filtra la información, orientando y marcando límites de cara a un fin único que es determinar la autoría de un discurso. 

Es importante saber qué es el lenguaje. Definiéndolo como una aptitud que tiene el ser humano de manera exclusiva, a diferencia de los animales que siguen un código determinado y repetitivo. Los seres humanos a partir del lenguaje podemos comunicarnos y hacernos entender intercambiando información. Tanto el emisor como el receptor del mensaje que se quiere transmitir, hacen posible que se entienda y cumpla la principal función de éste, comunicarnos. 

Cuando hablamos de pericia lingüística hay que focalizar el análisis en qué se quiere transmitir con el discurso, su expresión y su exposición. El discurso cambia mucho si queremos escribir un anuncio publicitario, una propuesta para unos talleres para niños, un artículo periodístico o una notica televisiva de prensa rosa. 

Por ejemplo es importante tener en cuenta que cuando se está ante un anónimo amenazante, la misión del autor es ocultar la verdad, desviando así la atención sobre el autor real del discurso. Los métodos más usados en estos anónimos son la imitación de formas lingüísticas de otros sujetos, o por el contrario, intentar disimular los propios. 

Ciencias como el periodismo, la publicidad o el marketing, estudian cómo ha de transmitirse un mensaje, cuál es la mejor manera de hacerlo, cómo se transmite y los posibles receptores del discurso, si es un único individuo o por el contrario va dirigido a un colectivo. Así las funciones más importantes serían: persuadir, emocionar, convencer, informar, manipular, prescribir y formalizar[2].

La delgada línea que separa lo informativo de lo interpretativo de un discurso radica principalmente en los verbos, adverbios y adjetivo. Lleva implícito un juicio de valor inherente que puede sugestionar al receptor. 

Para llevar a cabo la investigación de estos elementos lingüísticos, deberá regirse por un protocolo científico para evitar en gran medida el subjetivismo, ya que no dejará de ser un juicio de intenciones. Se seguirá un método de trabajo con la misión de garantizar un examen de lo más objetivo posible, en el que la coincidencia y concordancia de los diferentes ítems lleve a la identificación final[3]

Existe una intencionalidad que subyace en un discurso o texto es la clave de esta disciplina. La interpretación de los textos, conocer los distintos recursos gráficos y lingüísticos afectan nuestra percepción de las cosas. 

Como conclusión, la lingüística forense parte de la premisa que no puede considerarse algo aleatorio la manera, la forma, en que se presenta un discurso, es decir, que éste adquiera una determinada expresión y no otra, obedece a una serie de factores, que lo personalizan: 

  • A las diferentes funciones/intencionalidades (Martínez, 1990) que se le atribuyan al texto y su contexto social.
  • Al estilo y los condicionamientos personales propios del autor. 

Así pues, el lenguaje se convierte en un elemento de diferenciación. Manifiesta tendencias, afectos, hábitos y pensamientos específicos de un sujeto con plena capacidad mental. Puede revelar los diferentes trastornos mentales del sujeto enfermo. Se puede diferenciar su estatus social, género y demás rasgos sociales. A partir de los vocablos regionalistas y particularismos, determina ámbitos geográficos[4]

En definitiva, la aplicación de esta técnica científica permitirá decodificar el discurso a analizar, y como consecuencia contribuir a la recopilación de datos sobre el autor y lo que le rodea. 

Nos vemos pronto amigos y criminales. 


[1]Fonta, 1996. 

[2]Berrio, 1993 en Gomis, 1991. 

[3]Viñals, Puente, Pericia caligráfica judicial, 2006.

[4]Viñals, Pericia caligráfica judicial,2006.

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